Los Beneficios de adoptar un perro o gato mayor

(que nadie te contó)

Introducción

Adoptar a un perro o gato mayor es uno de los gestos más bonitos que existen. No solo les das una segunda oportunidad: también recibes un compañero con un carácter formado, estable y tremendamente agradecido. En esta guía desmontamos mitos y te contamos cómo cuidarlos para que su nueva etapa sea cómoda y feliz.

Beneficios reales de adoptar a un animal senior 

Carácter predecible: ya sabes su tamaño, energía y temperamento.

Menos “sorpresas” educativas: suelen venir socializados y con rutinas.

Vínculo profundo: los mayores valoran muchísimo la calma del hogar.

Paseos tranquilos: ritmos suaves que encajan con familias y personas mayores.

Impacto social: los sénior son los que más tiempo pasan esperando adopción.

Mitos frecuentes (y su realidad)

“Son caros en veterinario”: los chequeos preventivos ayudan a anticipar y controlar costes.

“No se adaptan”: con rutinas claras y refuerzo positivo, la adaptación suele ser rápida.

“No jugarán”: juegan… a su manera; el juego cognitivo y los paseos olfativos les encantan.

“Me romperá el corazón”: dar calidad de vida hoy también es un acto de amor.

Cuidados esenciales para su bienestar

Salud preventiva: analítica inicial, revisión dental, control articular y peso.

Alimentación: dieta acorde a edad/condición (renal, articular, light si procede).

Ejercicio adaptado: paseos cortos pero frecuentes; evitar horas de calor.

Descanso: cama ortopédica, zonas sin corrientes y alfombras antideslizantes.

Enriquecimiento: juegos de olfato, mordedores blandos, sesiones de mimos y cepillado.

Suplementación (si procede): siempre bajo pauta veterinaria (articulaciones, piel, etc.).

Cómo preparar tu hogar​

Zona de agua y comida estable, alfombras para evitar resbalones, rampa si hay escaleras, camita mullida y un rincón tranquilo para “desconectar”. 

Adaptación emocional y rutinas

Primeros días tranquilos, horarios fijos, salidas predecibles y señales claras. Refuerza cada conducta deseada con caricias o premios blandos.

Cuándo pedir ayuda

Si observas dolor, cambios bruscos de apetito/ánimo o desorientación nocturna, consulta a tu veterinario. Para dudas de conducta, contacta con un educador canino/felino respetuoso.

¿Te late dar un hogar a un veterano adorable? 

Escríbenos: encontraremos el compañero senior perfecto para tu ritmo de vida.

Descubra más