Introducción
No todos los gatos que ves en la calle necesitan “un hogar humano”. Muchos son gatos comunitarios: viven al aire libre, se organizan en colonias y pueden estar bien adaptados a ese entorno. Ayudarles exige empatía y método. Aquí te contamos cómo hacerlo bien.
Qué es un gato comunitario
Comunitario: evita el contacto, mantiene distancia, suele estar esterilizado y con muesca en la oreja.
Perdido/abandonado: busca activamente a personas, maúlla pidiendo entrar, está desorientado o muy delgado.
Principio básico: CES (Captura–Esteriliza–Suelta)
Captura segura con jaulas homologadas.
Esteriliza para cortar la reproducción y mejorar su salud.
Suelta en su territorio, con seguimiento y registro de la colonia.
Alimentación responsable
Horarios y puntos fijos, cantidad justa, agua limpia siempre.
Mantén la zona limpia: retira restos para evitar molestias vecinales y plagas.
Evita lácteos y huesos; mejor pienso húmedo/seco de calidad.
Salud y control poblacional
Desparasitaciones periódicas coordinadas.
Observa heridas, cojera o secreciones; gestiona traslados veterinarios cuando proceda.
Identifica miembros nuevos (posibles abandonos) y actúa rápido con CES.
Convivencia con el vecindario
Comunicación clara con comunidad y comercios.
Señaliza el punto de alimentación y compromisos de limpieza.
Ofrece soluciones: areneros de colonia, plantas disuasorias en jardines, barreras físicas respetuosas.
Cuándo es adecuado reubicar o buscar adopción
Cachorros muy pequeños, gatos sociables/abandonados que buscan contacto, o individuos enfermos que no sobrevivirían en calle.
Evaluación caso a caso con protectoras/voluntariado para evitar “arrasar” colonias estables.
Cómo puedes
ayudar hoy
Únete a una red de voluntariado CES, dona pienso/medicación, apadrina una esterilización o difunde buenas prácticas. Pequeños gestos sostienen a toda una colonia.
¿Tienes una colonia cerca y no sabes por dónde empezar?
Escríbenos: te ayudamos a diseñar un plan CES respetuoso con gatos y vecindario.